2026 Yo creo en ti
Querida alma,
Este año 2025 aprendiste, a la mala, que nada permanece. Todo se cae, se derrumba o se destruye. Las personas mueren y te dejan en un limbo, nadando contra un silencio que cuesta reconocer y aún más nombrar.
Los amigos cambian de piel. Empiezan a parecerse a esas víboras de las cuevas desérticas, alimentando un veneno invisible que se cuela en el aire. Muchas veces no lo ves venir, hasta que quema, hasta que arde.
Viste caer tus lágrimas al unísono con imperios de arena, finanzas de piedra que se destruyeron o se desvanecieron para quienes pusieron su fe en un dios monetario y materialista, y para quienes sus crímenes horribles permeaban el manto de la luz pública y ya no pudieron esconderse. Muchos ídolos falsos vieron sus torres derrumbarse sin remedio.
Sí, todo muta. Todo cumple su ciclo y se cierra. Todo lo oculto cobra forma y sale a la luz, donde ya no puede esconderse.
Todo cambia, finaliza y se cierra y, a veces, lo único que nos queda es aprender, crecer y creer.
Siempre te crecerán ojos nuevos. Siempre quedarán en ti la experiencia y la marca del dolor, pero solo tú sabrás qué hacer con ellas. ¿Serás un ente de ruina, un alma incorruptible, alguien que aprendió la lección? ¿O vivirás para amargar la vida ajena, para quejarte lastimosamente y alimentarte sin descanso del rencor?
Solo tú puedes dar el salto cuántico. Hacer algo constructivo con la pena y el dolor del mundo. Romper la atadura que te une a la tristeza y no permitir que cercene lo bueno en ti.
Tú eres la roca, columna y cabeza de tu propio universo, y cuando te levantas de las sombras, los cimientos tiemblan. No hay tragedia, ni envidia, ni mal que pueda retenerte en un mundo de maldad y horror.
Aunque tus ojos vean el lado oscuro de la vida, aunque el agua te golpee y el mar se levante en tu contra, aunque no te queden fuerzas para nadar, permanecerás firme en la roca si sabes hacia dónde vas. No te rindas ante las embestidas. No te diré que lo que viene será mejor. Todo depende del cristal con que lo mires y de cómo forjes tu realidad y tu percepción. Todo lo bueno es posible. No has venido a este mundo a perder, porque tu mundo contiene todo y está disponible para tu mayor bien.
Yo sé que dentro de ti hay un ser auténtico queriendo ser libre, y esa libertad será lo que te haga verdaderamente feliz.
Te deseo un año nuevo lleno de cambios favorables. Fuerza para enfrentar los retos desde la madurez y la comprensión. Creo firmemente en la fuente infinita de amor y sabiduría que habita en ti. Creo en el poder de tu sonrisa para sanar tus espacios rotos y para enseñar a otras personas a sonreír.
Que la pena no opaque la luz que guardas. Que arranques el año 2026 lleno de propósitos cumplidos, de cadenas rotas, de palabras liberadas y de pasados dolorosos dejados en el camino, hacia el exilio de tu vieja realidad.
¡Feliz año 2026!
Te quiero
Jael
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